Toma de decisiones
en momentos de volatilidad

“The idea that the future is unpredictable is undermined every day by the ease with which the past is explained.”

― Daniel Kahneman, Thinking, Fast and Slow

A lo largo de la historia, el mundo y los mercados han enfrentado fuertes choques negativos que luego de ser superados han dejado como resultado algunas lecciones que no fueron tan evidentes en un principio. En el 2020 y luego de once años de relativa calma, los mercados vuelven a afrontar un periodo de alta volatilidad, evento que así como en episodios anteriores puede dejar oportunidades que se materializarían en el futuro si hoy se toman decisiones acertadas.

¿Qué está pasando?

  • El Coronavirus (COVID-19), enfermedad declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud, es hoy la mayor fuente de incertidumbre en los mercados, pues si bien la tasa de mortalidad es baja comparada con otro tipo de enfermedades, las precauciones tomadas para evitar su expansión están generando una interrupción súbita en la actividad económica global.
  • A lo anterior se sumó el desacuerdo entre el grupo de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia para reducir la producción de crudo y detener la caída en los precios de la materia prima. Así, en lugar de cooperación, se inició una guerra de precios que hoy tiene al petróleo Brent debajo de los 30 USD/b, cayendo 55% frente a los niveles de inicio de año.

¿Cómo afecta lo anterior al mercado global?

Los mercados operan bajo la premisa de expectativas, el Coronavirus ha planteado un desafío para el desarrollo regular de la actividad económica global. En este sentido, ver interrumpidas actividades cotidianas hace anticipar que el crecimiento económico se va a reducir en el corto plazo. Esta perspectiva desató una fuerte corrección en los mercados accionarios y activos de riesgo en general, correcciones no vistas desde la Gran Crisis Financiera de 2018, o incluso más, para casos puntuales como el del Petróleo, cuya corrección el lunes 9 de marzo fue la peor desde 1991.

¿Cómo se afectaría Colombia?

Los precios del petróleo siguen siendo una variable clave en las cuentas fiscales de Colombia; el presupuesto público para 2020 se preparó con el supuesto de un precio del petróleo de USD 60.5 por barril en promedio para la referencia Brent y un tipo de cambio promedio de COP 3320 por USD.

La pregunta que surge es por cuánto tiempo más este impacto afectará los activos y, en última instancia, la actividad económica. El equipo de análisis económico considera que aunque los dos choques son temporales, tendrán efectos reales en las principales variables este año. En particular, el crecimiento económico no se aceleraría y seguiría creciendo al 3.3% en 2020 y la inflación cerraría el año alrededor del 3.5%. Por su parte, el Banco Central en principio optaría por mantener inalteradas las tasas de interés en el 4.25% sopesando los riesgos de crecimiento e inflación. Pese a lo anterior, en 2021 se espera que la economía siga su curso de aceleración y crezca más que en 2020.

El déficit fiscal más alto y el déficit de cuenta corriente constantemente elevado aumentan la probabilidad de una rebaja de la calificación crediticia soberana de las principales agencias internacionales, especialmente Fitch cuya calificación sobre la deuda colombiana es BBB con perspectiva negativa.

¿Cuánto puede durar este escenario negativo?

Si bien es incierto prever en qué momento los mercados pueden cambiar de rumbo, hay algunos elementos a tener en cuenta:

  • Los Gobiernos a nivel global están adoptando estrategias de choque, que si bien en el corto plazo disminuirán la actividad económica, en el largo plazo pueden implicar la superación del riesgo y una reanudación de la actividad que le permitirá llegar a sus niveles previos o incluso superarlos. Un primer ejemplo sería Wuhan, la provincia China en la que inició el brote del Coronavirus el 31 de diciembre de 2019, 73 días después cerró el último hospital construido para atender estos casos y ahora se espera que la actividad recupere la normalidad.
  • Adicionalmente, los Bancos Centrales han encaminado sus esfuerzos a reducir las tasas de interés generalizadamente y aumentar la liquidez; elementos que en el pasado beneficiaron el valor de los activos en general y que podrían seguir beneficiándolos en un entorno de posterior mayor calma.

Lecciones de crisis pasadas.

En la historia, los momentos de crisis pueden durar varios meses, pero no son eternos. Por ejemplo, en la crisis financiera de 2008, los mercados estadounidenses cayeron durante 18 meses, momento en el que perdieron 56% de su valor. Sin embargo, en los años siguientes la ganancia acumulada fue cercana al 400%. Por lo que en estos contextos de volatilidad es importante:

  • No tomar decisiones en momentos de alto estrés pues esto puede llevar a materializar una pérdida que en el largo plazo pudo ser absorbida.
  • Tener claro el horizonte para el que está hecha la inversión, si son inversiones a largo plazo, las fluctuaciones de corto plazo pueden ser tolerables e incluso percibida como una oportunidad para incrementar el ahorro.

 

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