Agilismo y Adaptación
Por: Alejandro Posada, Manager Agile Digital Factory Scotiabank Colpatria
¿Sabías que aproximadamente más de un 70% de los proyectos de desarrollo de software a nivel mundial fracasan? Existen estadísticas que muestran cómo diferentes iniciativas incumplen con las fechas de entrega, tienen sobre costos, la solución que se prometió está desactualizada o fuera de contexto o la calidad de los proyectos no es la esperada. En las organizaciones colombianas no somos ajenos a esta realidad.
Gran parte de nuestro día a día, lo invertimos en seguimientos y controles a proyectos que se comprometieron entregar en una fecha específica y cuentan un alcance determinado y un presupuesto. Sin embargo, la mayoría de las veces ninguna de estas variables se cumple. Creo que para todos es evidente la cantidad de problemas, desperdicio y malestar que causa esta situación, tanto a nivel personal como a nivel de negocio.
¿Y esto por qué sucede? Todo indica que tratamos de usar un smoking para ir a nadar al río o procuramos llevar un carro tanque por una ciclo-ruta. O, en otras palabras, estamos usando un tipo de herramientas bastante rígidas en un contexto totalmente dinámico. ¿El smoking es entonces malo? No, es un atuendo excelente para ir a una cena de gala, una graduación o un matrimonio. Lo importante de esta analogía es saber cuál es el tipo de fiesta a la que voy a ir para llevar el traje adecuado o, en el caso de los proyectos, entender el tipo de contexto de mi iniciativa para usar las herramientas adecuadas para ejecutarla.
Afortunadamente, en el mundo este problema se resolvió hace ya bastante tiempo. Se habla mucho de ello y, a pesar de que la solución se socializó en el año 2001, es decir hace ya 19 años, todavía existen grandes dudas sobre qué significa y cómo hacerlo bien. Les quiero hablar de agilismo.
Para empezar, siento decirles que no es una metodología. Es decir, no es un paso a paso sobre cómo cumplir con las fechas de un proyecto o cómo hacerlo más rápido. En este escenario ‘agilidad’ no es igual a ‘rapidez’, es más bien sinónimo de ‘Adaptación’. El agilismo nos propone un reto mucho mayor a seguir un grupo de procesos establecidos. A lo que nos invita el agilismo es a que, nosotros como compañía, descubramos cuál es la mejor forma de desarrollar software, desarrollar productos y servicios, hacer felices a nuestros clientes o cumplir nuestras metas de negocio. Esto basado en 4 valores y 12 principios consignados en el Manifiesto Ágil. Esta fue la forma resumida que encontraron un grupo de apasionados por el desarrollo de software para comunicarle a la gente cómo diferentes empresas han tenido tanto éxito en este entorno complejo de tanta incertidumbre: Toyota, IBM, Microsoft, Apple, Bose, solo por nombrar algunas.
El agilismo entonces son todas aquellas prácticas que han emergido y siguen emergiendo en diferentes industrias para innovar, adaptarse a los cambios, asumir nuevos retos y hacer las cosas mejor.
Ahora bien, ¿qué son las prácticas emergentes? Son las formas que encuentran los equipos de trabajo para resolver y atravesar la incertidumbre, para trabajar mejor y para cambiar el Statu Quo.
Diferentes sectores e industrias continúan adoptando prácticas ágiles y emergentes: empresas de video juegos, bancos, empresas de publicidad, telecomunicaciones, entre otros. Y no solamente lo están haciendo por subirse a una moda o por que sea tendencia, lo hacen porque en las prácticas ágiles han encontrado la forma de llevar a su negocio a otro nivel y no desaparecer, adaptarse a los cambios, transformarse, escalar y mejorar. La competencia es demasiado agresiva como para estar estancados con procesos burocráticos basados en políticas conservadoras y poco flexibles. El mundo actual nos exige adaptarnos constantemente. Si lo haces, serás cada vez más acertados a la hora de entregar productos a tus clientes.
Entonces, ¿vamos a seguir desperdiciando tiempo y dinero haciendo las cosas como siempre las hemos hecho? La decisión de ser los mejores y sobresalir en el mercado se debe reflejar en acciones, cambios, colaboración y experimentación. Los invito entonces a unir a sus organizaciones a este proceso de cambio para hacer las cosas mucho mejor.
Si quieres conocer cómo el agilismo está impactando la forma de trabajar en las organizaciones, súmate a nuestro webinar el próximo jueves 22 de octubre. Inscríbete aquí.